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Minicomputadoras: el alma de las máquinas de antes

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Historia de la tecnología

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Command Line Heroes: minicomputadoras: el alma de las máquinas de antes

About the episode

Sí, es cierto, las minicomputadoras no caben en tu bolsillo, pero en su momento representaron un avance importante porque redujeron el espacio que necesitaban sus antecesoras, las mainframes, que ocupaban habitaciones enteras. Además, abrieron la posibilidad de que las computadoras personales cupieran en una bolsa y de que, posteriormente, se convirtieran en el teléfono que traes en tu bolsillo.

Las computadoras de 16 bits cambiaron el mundo de la tecnología de la información en los años 70. Gracias a ellas, las empresas tuvieron la posibilidad de darle a cada ingeniero su propia máquina. Pero los avances aún no eran suficientes; todavía faltaba que llegaran las versiones de 32 bits.

Carl Alsing y Jim Guyer nos hablan del trabajo que realizaron en Data General para crear una nueva y revolucionaria máquina de 32 bits. Y aunque ahora esos esfuerzos son toda una leyenda, en su momento se realizaron en secreto. “Eagle” era el nombre clave de la computadora que diseñaron, cuyo primer propósito era competir con otra máquina que estaba desarrollando otro equipo de la misma empresa. Los ingenieros nos hablan de las políticas corporativas y nos explican todas las tramas necesarias para que el proyecto pudiera seguir su curso, e incluso nos dicen cómo lograron que las restricciones jugaran a su favor. Neal Firth nos cuenta cómo vivió un proyecto muy emocionante pero exigente, en que nuestros héroes trabajaron juntos por pura voluntad, sin ninguna expectativa de fama ni fortuna. Y los tres nos mencionan que la historia quedó inmortalizada en el libro clásico de ingeniería de Tracy Kidder, El alma de una nueva máquina, que se basa en hechos reales.

Command Line Heroes Team Red Hat original show

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Transcripción

Corría el año de 1978 y en el sector de las minicomputadoras había una guerra a punto de estallar. Apenas un año antes, Digital Equipment Corporation, o DEC, había lanzado su computadora VAX 11 780 de 32 bits. Tenía una capacidad mucho mayor que las máquinas de 16 bits del mercado. Las ventas de la VAX pronto arrasaron con las de la competencia, que ofrecía computadoras más lentas. A Data General, la archienemiga de DEC, le urgía diseñar una nueva máquina capaz de competir con la VAX. Necesitaba su propia computadora de 32 bits y la necesitaba ya, pero la competencia entre Data General y DEC no era el único conflicto del momento. También había una disputa territorial en el interior de Data General, y el resultado de ambas guerras sería la creación de una computadora increíble, en circunstancias igual de increíbles. Una laptop de 13 pulgadas pesa como kilo y medio. Hoy en día damos por hecho la portabilidad y la practicidad de nuestras computadoras, pero en la década de 1970 la mayoría eran mainframes del tamaño de una habitación; eran aparatos que costaban millones de dólares y pesaban varias toneladas. Luego, cuando se desplomaron los costos del hardware, comenzó la carrera para desarrollar computadoras más pequeñas, más rápidas y más baratas. La minicomputadora abrió la posibilidad de que los ingenieros y los investigadores tuvieran su propia terminal, y nos trajo a donde estamos en la actualidad. En la temporada pasada de Command Line Heroes en español, analizamos un área clave para el desarrollo del software: el mundo de los lenguajes de programación. Hablamos de su historia, de los problemas que resolvieron y de su evolución a través del tiempo. Abordamos lenguajes como JavaScript, Python, C, Perl, COBOL y Go. En esta temporada, que es la cuarta, por si alguien lleva la cuenta, vamos a profundizar en el hardware en que se ejecuta nuestro software. Te vamos a contar siete historias maravillosas sobre las personas y los equipos que se atrevieron a cambiar las reglas del hardware. Piensa en la laptop que está en tu escritorio, o en el teléfono que traes en el bolsillo… Los héroes de la línea de comandos siempre dejan el alma en tu hardware; con su pasión por el diseño informático y su ingenio para que cada pieza se vuelva realidad, han revolucionado la forma en que programamos hoy en día. Esto es Command Line Heroes en español, un podcast original de Red Hat. El primer episodio de esta temporada cuenta la carrera contrarreloj de un equipo de ingenieros que tenían que diseñar, depurar y entregar una computadora de vanguardia. Su trabajo se convirtió en el tema principal del bestseller El alma de una nueva máquina, de Tracy Kidder, que posteriormente se haría acreedor al premio Pulitzer y que habla de muchos de los invitados de este episodio. Pero volvamos a Data General. El presidente de la compañía, Ed de Castro, había trazado un plan para competir con DEC. Dividió al departamento de ingeniería y trasladó a una parte del equipo de la sede de Westboro, Massachusetts, en Estados Unidos, a una nueva oficina que estaba en Carolina del Norte. ¿Su misión? Diseñar una computadora avanzada de 32 bits que hiciera trizas a la VAX. El proyecto se llamaba Fountainhead, y de Castro le dio apoyo y recursos casi ilimitados. Fountainhead iba a ser la salvación de la empresa. Los pocos ingenieros que se quedaron en Massachusetts se sintieron terriblemente menospreciados. Sabían que eran capaces de crear una computadora que destrozara a la VAX, y que probablemente sería mejor que la de Fountainhead, pero de Castro no les daba la oportunidad. Así que Tom West, que era el líder del grupo, decidió ocuparse personalmente del asunto. El ingeniero en Computación Tom West, de formación autodidacta, dirigía el departamento Eclipse de Data General. Eclipse era la gama de minicomputadoras de 16 bits más exitosa de Data General. Tom sabía fabricar y distribuir computadoras, y también sabía lo que quería el mercado. Después de que de Castro le negara los recursos, Tom vio que tenía que ser creativo si quería que su equipo diseñara una máquina de 32 bits. Nos dijeron, literalmente, que nuestro trabajo consistía en hacer que las Eclipse fueran un poco más rápidas, y que no hiciéramos nada que tuviera que ver con computadoras de 32 bits, porque había otro grupo en otra ciudad que se iba a encargar de eso. Carl Alsing dirigía a los "microkids", que eran los ingenieros más jóvenes del equipo de Tom West. Carl nos contó lo que pasó después. Tom West tuvo una idea brillante. Dijo: "Bueno, les dijeron que no podían diseñar una computadora de 32 bits, pero no dijeron nada de que no pudieran diseñar una Eclipse que fuera compatible con una computadora de 32 bits". Cuando lo escuchamos hablar de esa manera, pensamos: "Órale, este tipo encontró un hueco legal o algo así". Y así empezó todo: tratábamos de crear una Eclipse que fuera compatible con una máquina de 32 bits. Tom sabía muy bien lo que estaba haciendo. Era una forma inteligente de eludir el mandato corporativo. Si algún directivo se enteraba de lo que estaban haciendo, Tom podía alegar que solo estaban trabajando en hacer compatibles las Eclipse. Ahora Carl y su equipo tenían vía libre para dedicarse a ese proyecto secreto. Al trabajo clandestino le pusieron un nombre en clave: Eagle. Eagle era básicamente el nombre que les dimos a los prototipos. Teníamos algunas tarjetas de circuitos impresos con un águila dibujada, y por eso decidimos usar esa palabra. Era nuestro proyecto especial. El equipo tenía que trabajar con recursos muy limitados. Mientras que Fountainhead tenía todo el dinero que necesitaba, el grupo de Eagle apenas tenía para lo básico. Pero a veces las restricciones estimulan la creatividad. Carl nos cuenta cómo manejaron la situación. Sabíamos que teníamos que ser muy creativos con los recursos. No podíamos gastarnos un montón de dinero en equipo nuevo. Teníamos que usar lo que ya existía en la empresa o conseguir cosas muy baratas. Pero eso nos obligó a ser más ingeniosos. El grupo de Eagle trabajaba en el sótano del edificio de Data General. Era un espacio pequeño y claustrofóbico, muy diferente de las oficinas elegantes que tenía el equipo de Fountainhead en Carolina del Norte. Pero había algo especial en ese sótano. Era un lugar donde podíamos concentrarnos. No había distracciones. Era nuestro espacio. Jim Guyer era uno de los ingenieros del equipo de Eagle. Ahora es ingeniero distinguido sénior en Dell EMC. Jim nos habla del ambiente de trabajo en el sótano. Trabajábamos muchas horas. A veces nos quedábamos hasta muy tarde. Pero no se sentía como trabajo porque estábamos muy emocionados con lo que estábamos haciendo. Era como un juego para nosotros. El equipo estaba compuesto por ingenieros muy jóvenes, muchos de ellos recién graduados. Carl Alsing los llamaba los "microkids" porque trabajaban en los microprocesadores. A pesar de su juventud, o tal vez precisamente por eso, tenían una energía y un entusiasmo increíbles. Era un ambiente muy especial. Todos estábamos comprometidos con el proyecto. No había jerarquías rígidas. Si tenías una buena idea, se escuchaba, sin importar tu edad o experiencia. Neal Firth era otro miembro del equipo. Ahora es presidente de VIZIM Worldwide. Neal nos cuenta cómo era trabajar en ese proyecto. Había una sensación de que estábamos haciendo algo importante, algo que podía cambiar las cosas. Y también había una sensación de urgencia. Sabíamos que teníamos que movernos rápido si queríamos competir con la VAX. El diseño de Eagle presentaba varios desafíos técnicos. Tenían que crear una arquitectura de 32 bits que fuera compatible con las Eclipse existentes de 16 bits. También tenían que hacer que fuera más rápida que la VAX, pero con un presupuesto mucho menor. Uno de los principales desafíos era la memoria virtual. La VAX tenía memoria virtual, que era una característica muy avanzada en esa época. Nosotros también teníamos que incluirla si queríamos competir. La memoria virtual permite que una computadora use más memoria de la que físicamente tiene disponible, utilizando el disco duro como extensión de la memoria RAM. Era una tecnología compleja que requería un diseño muy cuidadoso tanto del hardware como del software. Pasamos meses trabajando en el diseño de la memoria virtual. Era muy complicado hacer que funcionara bien, especialmente con nuestras limitaciones de presupuesto. Mientras trabajaban en el diseño, el equipo tenía que mantener el proyecto en secreto. Si los ejecutivos de Data General se enteraban de lo que realmente estaban haciendo, el proyecto podría cancelarse inmediatamente. Era como una película de espías a veces. Teníamos que ser muy cuidadosos sobre lo que decíamos y a quién se lo decíamos. Si alguien de la dirección bajaba al sótano, rápidamente cambiábamos lo que estábamos mostrando en las pantallas. A medida que avanzaba el proyecto, el equipo se enfrentó a varios obstáculos técnicos. Uno de los más grandes fue hacer que el nuevo diseño fuera compatible con el software existente de Eclipse. La compatibilidad era crucial. Si no podíamos ejecutar el software existente de Eclipse, nadie iba a comprar nuestra máquina. Pero hacer que una arquitectura de 32 bits ejecutara código de 16 bits no era trivial. Resolver este problema requería mucha creatividad e ingenio. El equipo tuvo que inventar nuevas técnicas y soluciones que nunca antes se habían intentado. Hubo momentos en que pensamos que no íbamos a poder resolverlo. Pero siguimos trabajando, probando diferentes enfoques. Eventualmente encontramos una solución que funcionaba. Mientras tanto, el proyecto Fountainhead en Carolina del Norte seguía avanzando con su propio cronograma. El equipo de Eagle sabía que tenían que terminar su máquina antes que Fountainhead si querían tener alguna oportunidad de que se considerara su diseño. Era una carrera contra el tiempo. Sabíamos que el otro equipo tenía más recursos y más apoyo oficial. Nuestra única ventaja era que éramos más ágiles y podíamos tomar decisiones más rápidamente. El trabajo se intensificó. El equipo empezó a trabajar aún más horas, a menudo pasando las noches en la oficina. Las esposas y familias de los ingenieros empezaron a quejarse de que nunca los veían en casa. Todos sabíamos los sacrificios que estábamos haciendo. No era solo trabajo para nosotros; era una misión. Creíamos profundamente en lo que estábamos haciendo. Tracy Kidder, el periodista que escribiría sobre este proyecto, empezó a pasar tiempo con el equipo durante esta fase intensiva. Observó de primera mano la dedicación y pasión que ponían en su trabajo. Tracy era muy discreto. Al principio no estábamos seguros de qué pensaba de todo lo que veía. Pero gradualmente se convirtió en parte del ambiente. Entendía la importancia de lo que estábamos haciendo. A medida que Eagle tomaba forma, el equipo empezó a darse cuenta de que realmente tenían algo especial entre las manos. No solo habían resuelto los problemas técnicos, sino que habían creado una máquina que podía superar a la VAX en varios aspectos importantes. Cuando empezamos a hacer las primeras pruebas de rendimiento, nos quedamos sorprendidos. Nuestra máquina era realmente más rápida que la VAX en muchas aplicaciones. Y lo habíamos logrado con una fracción del presupuesto. Pero el éxito técnico era solo la mitad de la batalla. Ahora tenían que convencer a la dirección de Data General de que Eagle era viable y debía producirse comercialmente. Sabíamos que eventualmente tendríamos que revelar lo que habíamos estado haciendo. La pregunta era cuándo y cómo. Tom West tenía un plan para eso también. Tom West decidió que la mejor estrategia era esperar hasta que Eagle estuviera lo suficientemente avanzada como para que fuera imposible ignorarla. Quería presentar un fait accompli a la dirección. Tom era muy estratégico. Sabía exactamente cuándo revelar información y a quién. Era como un juego de ajedrez para él. Mientras tanto, empezaron a circular rumores por la empresa sobre lo que realmente estaba pasando en el sótano. Algunos empleados habían notado las largas horas que trabajaba el equipo y la intensa actividad en esa área. Intentábamos mantenerlo en secreto, pero es difícil ocultar completamente un proyecto de esa magnitud. La gente empezaba a hacer preguntas. Finalmente llegó el momento de la verdad. El equipo había completado un prototipo funcional de Eagle y estaba listo para demostrarlo. Tom West programó una reunión con Carl Carman, el vicepresidente de ingeniería y uno de los pocos ejecutivos que podía proteger el proyecto. Estábamos muy nerviosos antes de esa demostración. Habíamos trabajado tanto en esto, y todo dependía de esa reunión. Si Carl Carman no apoyaba el proyecto, todo habría sido en vano. La demostración fue un éxito. Carl Carman quedó impresionado por lo que había logrado el equipo con recursos tan limitados. Pero también se dio cuenta de las implicaciones políticas del proyecto. Carl Carman entendía la situación. Sabía que si Eagle salía al mercado antes que Fountainhead, habría problemas serios dentro de la empresa. Pero también sabía que Eagle era técnicamente superior. Carman decidió apoyar el proyecto, pero con condiciones. El equipo tendría que acelerar el desarrollo para tener Eagle lista para producción lo antes posible. También tendrían que mantener el secreto un poco más tiempo. Carl Carman se convirtió en nuestro protector dentro de la empresa. Sin su apoyo, nunca habríamos podido llevar Eagle al mercado. Con el apoyo oficial, aunque discreto, el proyecto entró en su fase final. El equipo trabajó aún más intensamente para pulir todos los detalles y preparar Eagle para la producción masiva. Era la recta final. Sabíamos que estábamos cerca, pero también sabíamos que los últimos detalles eran los más importantes. Un pequeño error podía arruinar todo el proyecto. Durante esta fase, el equipo enfrentó algunos de sus desafíos más difíciles. Los problemas que parecían menores en las primeras etapas del diseño se volvían críticos cuando se trataba de producir máquinas comerciales. Hubo momentos en que trabajamos días enteros sin dormir. Literalmente. Llevábamos sacos de dormir a la oficina y dormíamos debajo de los escritorios cuando no podíamos más. El estrés era intenso, pero también había una sensación de camaradería extraordinaria. El equipo se había convertido en algo más que colegas; eran como una familia. Todos estábamos en lo mismo juntos. Cuando alguien tenía un problema, todos nos poníamos a ayudar. No había egos. Solo queríamos que Eagle funcionara. Finalmente, después de meses de trabajo intensivo, Eagle estaba lista. El equipo había logrado crear una computadora de 32 bits que no solo era compatible con las Eclipse existentes, sino que también superaba a la VAX en rendimiento, todo eso con una fracción del presupuesto de Fountainhead. Cuando finalmente encendimos la primera Eagle completamente funcional y vimos que todo funcionaba perfectamente, fue un momento increíble. Todos sabíamos que habíamos logrado algo especial. Pero ahora venía el momento más delicado: revelar Eagle al resto de la empresa y al mundo. La dirección de Data General tendría que decidir si lanzaba Eagle o seguía esperando a Fountainhead. Era el momento de la verdad política. Habíamos resuelto todos los problemas técnicos, pero los problemas políticos eran igual de complicados. Bill Foster, que era vicepresidente de Data General en esa época, nos cuenta lo que pasó cuando la dirección se enteró oficialmente de Eagle. Hubo mucha controversia. El equipo de Carolina del Norte se sintió traicionado. Habían estado trabajando en Fountainhead durante años, y de repente aparecía este proyecto que amenazaba con hacerlos irrelevantes. La tensión dentro de Data General era palpable. Había dos facciones claras: los que apoyaban a Eagle y los que defendían a Fountainhead. Ed de Castro, el presidente, se encontraba en una posición muy difícil. Ed estaba en una situación imposible. Por un lado, había invertido mucho dinero y prestigio en Fountainhead. Por otro lado, Eagle claramente era superior técnicamente y estaba lista mucho antes. Mientras se desarrollaba este drama interno, la competencia externa seguía intensificándose. DEC continuaba vendiendo máquinas VAX, y Data General estaba perdiendo participación de mercado cada día que pasaba sin tener una respuesta competitiva. Era frustrante. Teníamos la solución en nuestras manos, pero la política interna estaba impidiendo que llegara al mercado. Cada día que pasaba, DEC se fortalecía más en el mercado de 32 bits. Finalmente, las presiones del mercado fueron más fuertes que las políticas internas. Carl Carman y otros ejecutivos lograron convencer a Ed de Castro de que Eagle debía lanzarse inmediatamente. Cuando finalmente se tomó la decisión de lanzar Eagle, fue un alivio enorme. Habíamos trabajado tanto para llegar a ese momento. Pero también sabíamos que el trabajo apenas comenzaba. El lanzamiento de Eagle, ahora oficialmente llamada Eclipse MV/8000, requería una campaña de marketing masiva. Data General tenía que convencer al mercado de que había vuelto a la competencia en el segmento de 32 bits. De repente pasamos de ser un proyecto secreto a ser la cara pública de Data General. Teníamos que hacer presentaciones, hablar con clientes, participar en ferias comerciales. Era un cambio total. La transformación de Eagle de proyecto secreto a producto estrella fue dramática. El equipo que había trabajado en el sótano ahora se encontraba en el centro de atención de toda la industria. Era surreal. Un día estábamos escondidos en el sótano, y al siguiente estábamos en la portada de las revistas de tecnología. No estábamos preparados para esa atención. El lanzamiento de la MV/8000 fue un éxito comercial inmediato. Las ventas superaron todas las expectativas, y Data General recuperó rápidamente participación de mercado frente a DEC. Ver que nuestro trabajo tenía un impacto real en el mercado fue increíble. Los clientes realmente querían nuestras máquinas. Habíamos creado algo que la gente necesitaba. Pero el éxito también trajo sus propios desafíos. El equipo original de Eagle empezó a dispersarse. Algunos se fueron a otras empresas, otros fueron promovidos a diferentes departamentos dentro de Data General. Una vez que Eagle se lanzó, ya no éramos un equipo pequeño trabajando en un proyecto especial. La dinámica cambió completamente. Algunos de nosotros extrañábamos los días del sótano. Tom West, el líder visionario del proyecto, encontró que la nueva realidad corporativa no se adaptaba a su estilo de liderazgo. Pronto se vio transferido a la oficina de Data General en Japón. Perder a Tom fue difícil para todos nosotros. Él había sido el alma del proyecto desde el principio. Sin él, ya no era lo mismo. A pesar del éxito comercial, Eagle no pudo salvar a Data General a largo plazo. La industria estaba cambiando rápidamente, y las minicomputadoras pronto serían reemplazadas por microcomputadoras y computadoras personales. Eagle llegó justo a tiempo para competir en el mercado de minicomputadoras, pero ese mercado ya estaba empezando a declinar. Las computadoras personales estaban comenzando a emerger como la próxima gran cosa. Pero Eagle había logrado su objetivo principal: demostró que un pequeño equipo de ingenieros dedicados podía competir con los gigantes de la industria. También demostró el poder de la creatividad sobre los recursos. El jefe de marketing nos dijo: "Bueno, pues ya estamos listos para lanzar la Eagle, y vamos a necesitar varios miles de dólares. Vamos a hacer una conferencia de prensa en seis ciudades del mundo. Y después vamos a hacer una gira para visitar muchas ciudades, vamos a filmar una película y a mostrarla, y vamos a ser la sensación". Pero Ed de Castro contestó: "No entiendo. ¿Para qué quieren hacer eso?" Va a ser un peso más para la Eclipse. Es como hacerle cirugía estética: promocionarla por encimita. Pero el gerente de marketing le respondió: "No, es una computadora completamente nueva. Es una computadora de 32 bits. Tiene memoria virtual. Es compatible. Va a arrasar con la VAX. Tiene todo". Ed de Castro no entendía nada. Pensaba que nos habíamos equivocado en Carolina del Norte, y que ese era el fin de la empresa, pero en realidad le habíamos salvado el pellejo. Un día nos invitó a todos a almorzar. Había sándwiches y gaseosas, y de repente nos dice: "Bueno, pues felicidades por el trabajo que hicieron, estoy sorprendido. Yo no sabía que estaban con ese proyecto, pero vamos a lanzarlo, y tengo entendido que va a haber una película y varias giras, y ustedes van a participar en eso, así que gracias y buen provecho con los sándwiches". La Eagle, que ahora se llamaba MV/8000, apareció en la portada de la revista Computer World. El lanzamiento con bombos y platillos en los medios de comunicación les dio cierta fama a aquellos empleados, que hasta entonces se habían escondido en el sótano. Habían salvado a Data General. Pero todo lo bueno dura poco. Tom West ya no podía seguir protegiendo al grupo de la política interna de la empresa. Y el equipo no estaba preparado para los resentimientos que surgieron. En la compañía había gente que envidiaba sus logros y no podía creer que se hubieran salido con la suya durante tanto tiempo con un proyecto secreto. Pronto, el nuevo vicepresidente de Ingeniería reemplazó a Carl Carman, que era el aliado del grupo. El recién llegado desarmó el grupo de Eagle y envió a Tom a la oficina de Data General de Japón antes de que se vendiera la primera MV/8000. Yo creía que habíamos hecho la mejor superminicomputadora de 32 bits que el dinero podía comprar, lo cual era excelente para Data General, y que durante un tiempo destronaríamos a Digital Equipment Corporation, no que ya habíamos acabado con ellos. La competencia era salvaje en esos tiempos, y no es fácil tener éxito en el sector de la alta tecnología, pero yo pensaba que lo que habíamos hecho valía la pena. Sin duda, el lanzamiento de la Eagle salvó a Data General, pero habían perdido participación en el mercado frente a DEC durante tres años, así que la empresa nunca se recuperó realmente y la industria había seguido avanzando. Las minicomputadoras ya no eran lo más importante. La carrera de las microcomputadoras ya había comenzado, y le abrió camino a la revolución de las computadoras personales. Data General siguió adelante, sacó nuevas versiones, las mejoró en los siguientes modelos y las vendió durante un tiempo, así que disfrutó de cierto éxito. Pero, bueno, las cosas cambian. El mercado cambió y... ellos se convirtieron en una empresa de software, y finalmente otra empresa los compró. Y ahora creo que lo único que queda de ellos es algún archivador en alguna empresa de Hopkinton, Massachusetts. Un año después, muchos de los integrantes del grupo de la Eagle habían dejado Data General. Algunos estaban agotados. Otros ya querían diseñar alguna otra cosa. Otros se fueron al oeste, hacia Silicon Valley, y estaban ansiosos por encontrar la siguiente chispa creativa. Cualquiera que fuera el caso, no tenía mucho sentido quedarse en una empresa que no reconocía todo lo que habían hecho para salvarla. En ese mismo año, en 1981, se publicó El alma de una nueva máquina, de Tracy Kidder. Ahora el mundo sabría cómo se había diseñado la Eagle. Si me preguntas qué constituye el alma de una nueva máquina, yo diría que las personas y lo que les pasa a esas personas; los sacrificios que hacen, el esfuerzo y el entusiasmo que sienten, y las satisfacciones que esperan obtener. Tal vez lo logren, tal vez no, pero tienen un objetivo y luchan por él. En realidad, la computadora era un personaje secundario. El corazón del proyecto era la gente. En el próximo episodio de nuestra nueva temporada sobre el hardware, vamos a retroceder en el tiempo hasta la era de las computadoras mainframe, y te contaremos la historia de otro grupo de empleados rebeldes. La computadora que construyeron hizo surgir un lenguaje de programación que cambió el mundo. Command Line Heroes en español es un podcast original de Red Hat. Para esta temporada, recopilamos excelentes materiales de investigación para que puedas saber más sobre la historia del hardware del que estamos hablando. Si quieres saber más sobre la Eagle y el equipo que la diseñó, visita redhat.com/commandlineheroes. Hasta la próxima, sigan programando.

Sobre el podcast

Command Line Heroes

During its run from 2018 to 2022, Command Line Heroes shared the epic true stories of developers, programmers, hackers, geeks, and open source rebels, and how they revolutionized the technology landscape. Relive our journey through tech history, and use #CommandLinePod to share your favorite episodes.